Del paraguay exterminado, sobrevivió lo primero: entre tanta muerte sobrevivió el nacimiento.
Sobrevivió la lengua original,, la lengua guaraní, y con ella la certeza de que la palabra es sagrada.
La más antigua de las tradiciones cuenta que en esta tierra cantó la cigarra colorada y cantó el saltamontes verde y cantó la perdiz y entonces cantó el cedro: desde el alma del cedro resonó el canto que en lengua guaraní llamó a los primeros paraguayos.
ellos no existian.
Nacieron de la palabra que los nombró.
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